La importancia del mapudungun para la cultura mapuche sobrepasa, sin ninguna duda, los límites que establecen el lugar y espacio del ritual. Es, sin embargo, según los mismos miembros de la cultura mapuche, un elemento fundamental sobre todo en aquellas circunstancias en donde se expresa vivamente la religiosidad, las tradiciones e incluso la organización política del pueblo.
En palabras de Elisa Loncon:
“Respecto a lo mismo una lamgen pewenche me comentaba que para ella era imposible no hablar mapudungun, “hablar mapudungun permite la respiración de la tierra, el habla es el aliento de la tierra, somos mapuche, hijos de la tierra y nuestra madre respira por nosotros, hablar es dejar que la tierra respire y ello da origen a la vida”. En ese contexto la lengua materna más allá de ser un instrumento de comunicación social tiene un sentido religioso, y ella expresa una manifestación de vida de la tierra. La lengua es una fuerza más de la naturaleza, junto a todas las que forman parte de nuestro mundo”
El ritual mapuche es un lugar de suma importancia para los miembros de la nación, y para la adecuada conservación de los elementos tradicionales que lo componen, se requiere el manejo de la lengua al menos por parte del Ngenpin (encargado de dirigir las ceremonias). Esto porque el ritual además de su religiosidad juega un rol en la transmisión de valores, como bien dicen los antropólogos Foerster y Gundermann: “La institucionalidad de lo religioso, al estar centrada en el plano del rito, supone la existencia, por un lado, de una comunidad que lo realiza y, por el otro, de una tradición que constantemente se reactualiza” . En ese sentido la lengua participa como agente revitalizador y de conservación de la tradición, como requisito para el conocimiento de las generaciones posteriores de principios fundamentales.
También es relevante, como lo expresaba el profesor de filosofía y miembro de la comunidad mapuche, Vicente Painel, la labor de la lengua, en la medida en que permite rescatar y traspasar el conocimiento a descendientes mapuche respecto de dos elementos y su elementalidad para el rito: el Twn (territorio original) y Kpalme (linaje). Además en la lengua se resguardan las particularidades y matices de la cultura, muy diferentes a los de la cultura occidental. Por otra parte, los ritos como el Nguillatun también pueden ser entendidos como un evento político , y esta forma distinta de ejercer soberanía también es un elemento de resistencia y diferencia a la cultura predominante, y la lengua tiene participación en esto también. Es así, a través del enriquecimiento del concepto y el entendimiento del mapuche, como vamos confirmando que las disputan que se emprenden van mucho más allá de lo territorial, o la lengua. Nos encontramos con una cultura absolutamente diferente, una cosmovisión que nos es ajena, pero que sin embargo es profundamente íntegra. En ese sentido podemos rescatar las palabras de Naguil,: “Nos encontramos no sólo ante un conflicto por tierra o territorio, sino ante un conflicto étnico-nacional – por lo tanto integral- que enfrenta a la Nación Mapuche con el Estado chileno.”
Así, podemos afirmar que el mapudungun participa en los rituales mapuche, donde es imprescindible que se maneje. También descubrimos como los límites entre las luchas, la política y la religiosidad se funden en muchas ocasiones, y en todos los ámbitos se exige y necesita la presencia del idioma, un recurso no tan bien explotado y que es indispensable revitalizar. Esta lengua debe inundar todos los ámbitos, atravesar los espacios y situarse tanto en lo religioso, como lo académico y lo político. Para eso nos gustaría finalizar rescatando las palabras de Elisa Loncón:
“[El mapudungun] Debe recuperar el papel que ha tenido en la reflexión y búsqueda del conocimiento, nuestros antepasados hablaron de ciencia, analizaron su realidad con la lengua, por qué nosotros tendríamos que renunciar al papel reflexivo, intelectivo de nuestra lengua. El mapudungun como lengua y como materia de análisis del estado en que se encuentra, debe estar considerado en la agenda de los debates de la historia, presente y futuro mapuche, en debates académicos y de más alto nivel”
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